Espejo de pared fabricado en metal y pintado en color negro con un elegante diseño de cuadros. Sus medidas de 90 x 120 cm lo convierten en una pieza de gran tamaño y presencia, ideal para destacar en cualquier zona de la casa y aportar un toque moderno y sofisticado al ambiente. Su estructura metálica reforzada ofrece durabilidad, estabilidad y una estética atemporal que encaja perfectamente en estilos decorativos contemporáneos, industriales, minimalistas o incluso nórdicos. El color negro es neutro, combinable y muy fácil de integrar con muebles de cualquier tonalidad, ya sean claros, oscuros o maderas naturales.
Una gran ventaja de este modelo es que se puede colgar tanto en vertical como en horizontal, lo cual permite adaptarlo fácilmente según el espacio disponible en tu pared. En vertical queda perfecto en entradas, vestidores o pasillos estrechos; en horizontal resulta ideal sobre cómodas, muebles de salón o encima de una consola en el recibidor. Además, los espejos ayudan a potenciar la luminosidad del espacio y a crear sensación de amplitud, por lo que este modelo no solo decora, sino que también mejora visualmente el ambiente. Su diseño con cuadros marca diferencia frente a un espejo liso, aportando personalidad y carácter.